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Son las 22.00 hs y no hay NADA en casa para comer. Nada de nada. Fideos otra vez NO, el arroz que hay es espantoso (¡¿cuándo van a entender que me gusta el arroz barato que se pega?!) y los ravioles se los comió mi hermano... ¡tampoco hay polenta!. Viendo cómo estaba la cosa dije 'bueno, ya fue, me hago un café'... pero NO, SE TOMARON TODA LA LECHE y es sabido que mi café tiene un 95% de leche. Asi que acá estoy, rezando para que caigan hamburguesas del cielo o por lo menos tomates.

Si no compré nada no es de rata, aclaro... pero es que el poco dinero que me sobró de ayer lo necesito para mañana y considero que la actividad de mañana es un tanto más importante que una milanesa a la napolitana con papas fritas. Aunque ahora que lo escribo estoy replanteando mis prioridades.

TENGO HAMBRE CARAJO!

(más quejas en el siguiente post)

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