Estoy en medio de un gran caos. Hoy es mi día de limpieza profunda en cada rincón de mi cuarto.

Ya me falta poco para terminar con la ropa. Atrás mio hay una montaña que me impide salir del cuarto... es una gran montaña de ropa que ya no uso, que nunca usé o que ya no me entra.

Ya separé las remeras blancas de las de color; catalogué los pantalones según el estilo; me deshice de exactamente 7 corpiños que NO me entran más; encontré la pollera del colegio y me divertí disfrazándome de colegiala; apareció mi disfraz de sadomasoquista de la fiesta de egresados. y encontré una remera que vengo buscando hace siglos...

¡Qué lindo es ordenar!