martes, 22 de septiembre de 2009

Yo me quiero. Me quiero con mi histeria, mis caprichos, mis obsesiones y mi susceptibilidad. De vez en cuando me caigo mal cuando quiero cambiar algo y no tengo fuerza de voluntad para hacerlo, pero enseguida me hago las paces. No soy una maravilla pero me creo inteligente, me gusta mi madurez (si, algo de eso tengo) pero también me gusta ser muy niña en otras cosas. No tengo ningún problema en subirme a la primer tarima que encuentro y ponerme a menear descontroladamente porque hasta considero que bailo bien...

Pero HOY, hoy pasó algo... se me cruzó algún cable quizás, no sé, no tengo la menor idea qué sucedió pero puedo afirmar que fue horrible: apenas empecé la clase de reggaeton me vi excesivamente gorda. Pensé que era la remera, el pantalón, o las medias rayadas que me había puesto(¿?) pero NO, no era nada de eso. No es una boludes como suena, porque llegué al punto de no soportar verme en el espejo... estabamos en la mitad de la clase, agarré mis cosas, dije alguna excusa boluda y me fui.

Llegué a casa bastante nerviosa, pasé por la puerta de madera con ganas de irme a bañar y a estudiar sin ningún tipo de escala y en eso aparece Emily que para terminar de alegrarme la noche me dice: "es verdad que estás más gordita". ¡¿Y QUIÉN DIANTRES TE PREGUNTÓ?!. No sé, sólo sé que hoy no es una buena noche.


¿Un psicólogo/nutricionista cerca?

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