Estoy contenta. La vida no me sonríe, pero yo le sonrío a la vida. ¿Está mal estar tan relajada?. Creo que si. Pero también creo que dentro de mi ser, algo me mantiene sedada para que no logre ver realmente qué está sucediendo. ¡PERO YO SÉ QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO!:

- Fui una bruta incapaz de promocionar una fucking materia, por lo que ahora tengo que preparar tres finales.

- Tengo encima un exceso de soledad bastante importante. Y no, no es lo mismo una amiga o la familia, quiero alguien que me lleve a tomar helado, a ver una película y que me diga que estoy linda... a esta altura, ni siquiera sexo pido, NI SIQUIERA ESO!.

- Hablo sola. Le hablo a alguien que no existe. ¿Será el exceso de soledad?. No sé, pero ese alguien que no existe me ayuda a estudiar. Ese ser inexistente me hace preguntas sobre Pensamiento Científico y escucha atentamente cada una de mis respuestas.

- Soy cómplice de las mentiras de mi hermano. Y no diré nada más al respecto.

- Mi mamá está un poco más buena, me dice más seguido que me quiere y ya no jode tanto con lo del peso. ¿Será resignación?. Pero igualmente, sigue loca, sigue con el señor loco y este señor loco insiste en hacerle creer que está gorda. Digo yo, si Madre está gorda, yo... ¡¿YO CÓMO ESTOY?!.

- No tengo plata. No ahorré. Gasté todo el dinero que iba juntando con el trabajo en regalos, en helados y jugos de naranja para Felipe (es Starbucks, carajo, EN STARBUCKS). Me compré dos remeras, un vestido, una cartera, muchos cuadernos, carpeta, papelitos de colores, pochoclos, taxis, lemon pie... ¿y ahora qué hago? Debo volver a ser dependiente económicamente hasta febrero carajo.

Y sin duda, muchas otras cosas más, pero saben qué? eh? Estoy contenta igual. Y sigo relajada. Y mi vida es aceptable... podría ser mucho mejor, y sin duda lo será, pero se ve que no es el momento.

Ah, un test de Facebook me dijo que seré madre a los 19. Ahora, yo le pregunto al Sr. Facebook, ¿cómo puedo siquiera ACERCARME a ser madre si el hombre más cercano que tengo es aquél ente abstracto a quien le hablo de Popper y de las etapas de la investigación científica de Hempel?. No señores, no. Estoy más sola que un hongo. Y no me jode admitirlo. Puedo ser orgullosa y al mismo tiempo reconocer que NECESITO A ALGUIEN que me llame a la noche o que me diga "¿querés pasar por casa?" o que me mande un mensajito diciéndome que me extraña... y ahora que lo escribo, veo que suena muy triste. Pero no lo es. ¿O si lo es?. No sé.

Y ayer en Ciega a Citas, Lucía llegó a su casa derrotada por otro fracaso con un hombre, abrió la heladera, agarró el lemon pie y se sentó a comerlo mientras pensaba en qué carajo se había equivocado y en porqué era tan dificil estar sola. Mentira, no sé si pensaba eso. Lo importante es que me sentí muy identificada... sobre todo por lo del lemon pie.

Sigo contenta,

un poco menos que antes de confesar(me) tantas verdades,

pero contenta al fin.

Hasta luego, y me doy la bienvenida por haber regresado.