lunes, 20 de octubre de 2008

Sucedió de golpe. Estábamos tan concentradas en nuestros trabajos. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Ibamos en fila ansiosas de llegar a nuestro hogar. Cuando de golpe, sin que nadie lo notara, apareció él. Mi abuelita me había contado de él. Nunca le creí. Pobre abuela... pensar que perdió sus dos piernitas luchando contra la bestia. Estábamos frente a frente, la fila desapareció, perdí a mis compañeras. Eramos él y yo cara a cara. En su enorme sonrisa pude ver que estaba disfrutando el momento. Tenía un palo en la mano. Se acercaba casi violentamente hacia mi. No tenía manera de escapar. Estaba acorralada. Quería correr pero no había salida. Comencé a gritar pidiendo ayuda hasta que me di cuenta que era en vano, yo sola tenía que salvarme la vida, yo sola. Decidí tomar el palo con mis manitos antes que él logre hacerme daño. Lo agarré con todas mis fuerzas. No hubo manera de detenerlo. No pude. Le grité con toda mi furia. Me ignoraba. Seguía deleitándose con mi miedo, con mi desesperación. Pobre abuelita, cómo la extraño. Me tomó entre sus manos. Me acercó violentamente hacia su cara. Pude sentir su aliento fétido. Le escupí un ojo. Lo ignoró, no le dio importancia. Nada que haga podría interrumpir su momento de éxtasis. Siguió, siguió. Me agarraba cada vez más fuerte, cada vez tenía menos posibilidades de huir. Me di por vencida. Mi cuerpo no resistió y me desvanecí. Cuando desperté, obeservé asombrada que me encontraba a metros de mi casa. Avancé para finalmente llegar y advertir a las demás. Avancé, seguí derecho... Pero de pronto sentí que mi cabeza chocaba contra algo. Miré, no había nada alrededor, sólo mi casa. Me desesperé. Me ahogué. Corrí para todos lados, siempre me chocaba. Miré al cielo, el azul se había esfumado. Había tomado un color naranja damasco. No sabía qué hacer, no sabía como huir. Hasta que de golpe, el cielo comenzó a moverse. Cada vez más rápido, un movimiento circular. Giró y giró hasta que pude ver el celeste. Junto con el celeste vino una corriente de aire. Junto con la corriente de aire llegaste vos. Soy Marta, mucho gusto y bienvenida. ¿Vos cómo llegaste?.

0 comentarios:

 
Template by suckmylolly.com